El artista Elián Ángel Valenzuela, más conocido como L-Gante, se enfrentará a un proceso oral por detención ilegal de la libertad y actos de intimidación dirigidos hacia dos residentes de General Rodríguez, además de un cargo por complicidad agravada.

La determinación fue tomada por el juez Gabriel Castro después de un requerimiento presentado por el fiscal Raúl Villalba.

De acuerdo con el fallo, el juez determinó que L-Gante será enjuiciado por el delito de «amenazas comunes en combinación con privación ilegal de la libertad en conjunción con actos de intimidación coercitiva» en relación a la víctima Darío Gastón Torres.
Además, el artista también enfrentará un juicio por «detención ilegal no justificada de la libertad sencilla en combinación con amenazas comunes» en el caso de Catalina Passi y «complicidad agravada con intención de obtener beneficio económico».

Por otro lado, el juez Castro lo eximió en parte de la acusación de «posesión simple de sustancias estupefacientes» al considerar que la droga estaba destinada para «uso personal».

Según el magistrado, después de revisar las pruebas, «los eventos actuales deben ser evaluados en la próxima fase del proceso, ya que no existe suficiente fundamento para emitir los sobreseimientos solicitados por la defensa. En mi opinión, es esencial que los hechos sean discutidos en la etapa oral».

En cuanto al fiscal Villalba, había requerido el proceso para los mismos cargos que el juez ha ratificado ahora, a excepción de la posesión sencilla de sustancias estupefacientes.

«La prueba no sustenta, ni permite suponer, que el acto relacionado con la posesión de drogas y la pequeña cantidad que se le imputa al acusado tenga una finalidad distinta a su uso personal», afirmó el magistrado.

El juez Castro es el mismo que había liberado a L-Gante, quien había estado bajo arresto desde el 6 de junio hasta el 8 de septiembre. No obstante, la decisión fue apelada por las partes acusadoras ante la Cámara de Apelaciones y Garantías de Mercedes.

Posteriormente, la Cámara revocó el fallo de Castro, aunque este se negó a volver a detener al músico, en contra de las solicitudes de la fiscalía y la parte afectada.

En paralelo, la defensa apeló la decisión de la Cámara de revocar la liberación, por lo que el asunto se resolverá en el Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires.

«Entiendo que las incertidumbres y contradicciones actuales deben dirimirse en el contexto de un juicio oral, ya que este es el medio adecuado para esclarecer tales asuntos (…) momento en el que será posible interrogar y contra-interrogar a los testigos presentados por las partes para respaldar sus teorías del caso, incluso incorporar nueva evidencia que no se haya presentado en esta etapa», señaló Castro.

L-Gante fue puesto en libertad la noche del 8 de septiembre pasado de las instalaciones de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) Quilmes, donde había estado detenido desde el 6 de junio.

La acusación que condujo al arresto del cantante se presentó el 27 de mayo por Gastón Torres, residente del barrio Bicentenario de General Rodríguez, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, y vecino de la familia Valenzuela.

Esa mañana, tras salir de la discoteca «Río» en la misma localidad, se produjo un altercado con varios jóvenes que formaban parte del grupo conocido como «La Mafilia», al cual L-Gante pertenecía.

Según la denuncia de Torres, después de dejar el establecimiento nocturno para regresar a su hogar, Valenzuela lo amenazó, y miembros de «La Mafilia» se dirigieron a su residencia para agredir tanto a él como a su familia.

Según el relato de la denuncia, un BMW blanco conducido por Valenzuela se aproximó a Torres, y este último alega que fue amenazado con un arma y forzado a entrar al vehículo.

Poco después, Rosa Catalina Passi, también vecina del músico y que había estado involucrada en la confrontación inicial con los amigos de L-Gante, fue interceptada y obligada a subir al mismo automóvil.

Posteriormente, algunos miembros de «La Mafilia» fueron detenidos por la policía, y L-Gante se habría aproximado al vehículo, bajando la ventanilla para dirigirse a los agentes con las palabras: «Dejen ir a los chicos, o él no sale vivo», en referencia a la persona retenida en su BMW.

Reportadamente, Torres habría estado cautivo durante 23 minutos hasta que L-Gante recibió una llamada que le informó que sus amigos habían sido liberados por la policía, momento en el cual soltó a las víctimas.

Con base en la evidencia recolectada, la fiscalía solicitó la detención de Valenzuela al juez Castro, quien aprobó la solicitud y ordenó cuatro registros domiciliarios el 6 de junio, incluyendo uno en la sección 1 del predio del Club Banco Provincia, donde finalmente el músico fue aprehendido.