Israel implementó el lunes un bloqueo total en la Franja de Gaza, deteniendo la entrada de alimentos, combustibles y provisiones destinadas a sus 2,3 millones de habitantes. Esto ocurrió simultáneamente con el aumento de los bombardeos en el territorio palestino, que está bajo el control de Hamas, en respuesta a los ataques sin precedentes llevados a cabo por el grupo islamista en suelo israelí. Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia se comprometieron a apoyar a Tel Aviv «en sus esfuerzos de autodefensa». En respuesta, el movimiento islamista palestino amenazó con ejecutar a los rehenes capturados el sábado si los israelíes continúan con los ataques.

El sábado, Hamas emprendió una inesperada acción militar que abarcó tierra, mar y aire contra Israel. El grupo comparó este ataque con los sucesos del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Desde entonces, las autoridades informan que más de 900 personas han fallecido del lado israelí y más de 2.600 han resultado heridas. Del lado palestino, las cifras más recientes de las autoridades locales indican que aproximadamente 700 personas perdieron la vida debido a los bombardeos israelíes, y alrededor de 2.900 resultaron heridas.

Decenas de miles de efectivos militares israelíes fueron desplegados en las proximidades de la Franja de Gaza. «Estamos implementando un bloqueo completo en Gaza. No habrá electricidad, comida, agua ni gas disponibles. Todo estará cerrado», declaró el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, en un video en el que añadió: «Estamos enfrentando una situación muy delicada y actuaremos en consecuencia». Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, en este enclave, más de 123 mil personas se han visto obligadas a abandonar sus viviendas.

El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, manifestó su inquietud ante la resolución tomada por Israel y enfatizó que «las operaciones militares deben ser realizadas de acuerdo con el derecho internacional humanitario». La organización Human Rights Watch (HRW) afirmó que tanto Israel como Hamas «violan sus obligaciones legales». Según HRW, el bloqueo que impone Israel en la Franja de Gaza y los ataques de Hamas a civiles constituyen «un castigo colectivo ilegítimo, que equivale a un crimen de guerra».

Las fuerzas militares reportaron que han llevado a cabo ataques en numerosos lugares vinculados a Hamas y la Yihad Islámica Palestina en distintas partes de la Franja de Gaza en las últimas horas. Estos sitios incluyen puntos de acceso a túneles, una mezquita que se utilizaba como centro de operaciones militares, depósitos de armas y áreas de reunión. Según el Ejército israelí, uno de los túneles fue empleado por Hamas en su ataque inicial contra Israel el sábado por la mañana.

El Ejército de Israel ha recuperado el control de localidades en la región sur de su territorio, donde se encontraban combatientes de Hamas, aunque reconocen que podrían haber milicianos en la zona. Las fuerzas armadas israelíes también están realizando esfuerzos para rescatar a cien civiles que fueron secuestrados por Hamas. Varios ciudadanos de diferentes países, algunos con doble nacionalidad israelí, perdieron la vida en la ofensiva, incluyendo 12 tailandeses, 11 estadounidenses, 10 nepalíes y 7 argentinos.

El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó a la población a prepararse para un conflicto prolongado y solicitó la formación de un gobierno de unidad nacional. «Hamas enfrentará momentos difíciles y críticos; transformaremos el panorama de Medio Oriente», expresó Netanyahu. Hizo hincapié en que la envergadura de este ataque terrorista «no tiene precedentes desde el surgimiento del Estado Islámico», y aseguró que Israel lo eliminará de la misma manera en que la comunidad internacional desmanteló al grupo yihadista.

El ala militar de Hamas emitió un comunicado advirtiendo que «cualquier agresión contra nuestra población sin advertencia previa será contestada con la aplicación de pena de muerte a uno de los civiles retenidos». «El enemigo no responde a conceptos de humanidad y ética, por lo tanto, nos comunicaremos con ellos en el lenguaje que comprenden», declararon las Brigadas Ezzeldin al Qassam. Aproximadamente 150 personas se encuentran detenidas por parte del grupo islamista palestino.

Hamas justifica que ha lanzado estos ataques debido a la frustración causada por el bloqueo, la presencia militar y la colonización israelí en Cisjordania y Jerusalén Este, territorios que los palestinos reclaman para establecer su Estado, además de las operaciones militares y detenciones constantes de palestinos en ciudades cisjordanas y en lugares sagrados islámicos de Jerusalén.

Las alarmas sonaron en Jerusalén y en el centro del país el lunes, mientras seguían los lanzamientos de cohetes desde Gaza, dirigidos principalmente hacia el sur de Israel. Jonathan Panikoff, director de la iniciativa Scowcroft para la seguridad en Oriente Medio, estima que «Israel se encontró inesperadamente en medio de este ataque» y que «muchos israelíes no pueden comprender cómo ha tenido lugar».

Un miembro destacado de la cúpula política de Hamas declaró en Doha, Qatar, que su movimiento actualmente no está dispuesto a considerar un intercambio de prisioneros con Israel. «Dado que la operación militar sigue en curso, en este momento no existe la posibilidad de entablar negociaciones sobre la liberación de prisioneros u otros asuntos», afirmó Hossam Badran. Además, agregó: «Nuestra principal prioridad es hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que la ocupación continúe perpetrando ataques indiscriminados contra civiles en Gaza, incluso atacando directamente sus hogares».

Israel ahora enfrenta la amenaza de un conflicto en varios frentes. El grupo libanés Hezbollah lanzó misiles teledirigidos y morteros contra al menos dos objetivos militares de las fuerzas israelíes el lunes, como respuesta a la pérdida de tres de sus miembros en una serie de ataques realizados por Israel en el sur de Líbano esta tarde.

La ofensiva realizada por Hamas ha sido criticada por varios países occidentales, y Estados Unidos comenzó a enviar asistencia militar a Israel desde el domingo. Un grupo de ataque liderado por el portaaviones Gerald R. Ford estará llegando al mar Mediterráneo oriental «en un futuro cercano», según informaron funcionarios estadounidenses, quienes aclararon que no desplegarán fuerzas terrestres en la región.

El presidente Joe Biden instó a los ciudadanos estadounidenses en Israel a «tomar medidas de seguridad razonables en los próximos días y seguir las recomendaciones de las autoridades locales». «En este momento de profundo pesar, el pueblo estadounidense se solidariza con los israelíes; recordamos el sufrimiento causado por los ataques terroristas en nuestro propio país, y los estadounidenses de todas partes del país permanecen unidos en contra de estos actos malévolos que, una vez más, han cobrado la vida de inocentes estadounidenses», expresó Biden.

Este lunes, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido anunciaron su compromiso de «respaldar a Israel en sus esfuerzos de autodefensa» tras los ataques perpetrados por el movimiento islamista palestino Hamas, de acuerdo con un comunicado emitido por la Casa Blanca. Los líderes de estos gobiernos señalaron que «reconocen las legítimas aspiraciones del pueblo palestino», pero subrayaron que Hamas «no representa estas aspiraciones y no aporta nada positivo al pueblo palestino, sino más bien más actos de terror y violencia». Este comunicado fue firmado por el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente francés Emmanuel Macron, el presidente estadounidense Joe Biden, la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el primer ministro británico Rishi Sunak.

China condenó enérgicamente el lunes cualquier acción que ponga en peligro a los civiles y abogó por un cese al fuego. Asimismo, Rusia y la Liga Árabe, que rechazan la violencia «de todas las partes», anunciaron una reunión de emergencia para el miércoles. La Unión Europea programó una reunión de cancilleres para el martes y anunció una revisión de sus programas de ayuda económica a los palestinos, tras una polémica relacionada con la suspensión de pagos que generó reacciones en varias capitales europeas.

Irán, que mantiene estrechas relaciones con Hamas y fue uno de los primeros países en respaldar la ofensiva del grupo islamista, rechazó las acusaciones sobre su presunta participación en la operación, calificándolas de «motivadas políticamente». El portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, admitió la falta de pruebas que respalden la supuesta implicación de Teherán en el ataque de Hamas contra Israel.

En todo el mundo, se han multiplicado las manifestaciones de apoyo a las comunidades afectadas en ambos lados del conflicto, con demostraciones en lugares icónicos como la Torre Eiffel en París, Downing Street en Londres, la Puerta del Sol en Madrid y Manhattan en Nueva York.